A todas y a todos aquellos que han puesto debajo de mis textos o mis fotografías un comentario, un pulgar levantado o el dibujo de un corazón.
Gracias a aquellas, gracias a aquellos
Amigos de tierras lejanas
O de horizontes próximos.
Cuando palabras escapadas de mis labios
Han llegado a abordar el jardín de sus sueños
Ustedes han depositado con una mano incierta
Algunas palabras o el signo de un silencio
En el borde de mis sueños.
Yo recojo cada una de esas sonrisas
Y tejo con ellas el oro de mis recuerdos
Ustedes han depositado en las orillas de mis delirios
Un guiño cómplice
Que cada día hace temblar mi párpado.
No hay nada más que decir
Es suficiente con escuchar el eco de sus suspiros
Y algo se desliza
En el cuenco de mis manos en ruego
Ustedes han depositado todo en el final de mis sueños
Los ecos de una ola que suavemente se levanta
Algo que llora
Algo que ríe
En el murmullo de las palabras
Arrojadas a los cuatro vientos de la felicidad
Al azar de una mirada
Que ha sabido capturarlo.
Gracias
(Traducido por María Cecilia Gómez Betancur)
Poema original en francés:
A toutes celles et tous ceux qui ont mis à la suite de mes textes ou
de mes photographies un commentaire, un pouce levé ou le dessin
d’un cœur.
Merci à celles, merci à ceux
Amis des terres lointaines
Ou du proche horizon.
Lorsque des mots échappés de ma lèvre
Sont venus aborder le jardin de vos rêves
Vous avez déposé d’une main incertaine
Quelques mots ou le signe d’un silence
Sur le bord de mes songes.
Je recueille chacun de ces sourires
Et j’en tisse l’or de mes souvenirs
Vous avez déposé aux bords de mes délires
Un clin d’œil complice
Qui chaque jour fait trembler ma paupière.
Il n’y a plus rien à dire
Il suffit d’écouter l’écho de vos soupirs
Et quelque chose se glisse
Dans le creux de mes mains en prière
Vous avez déposé tout au bout de mes rêves
Les échos d’une vague qui doucement soulève
Quelque chose qui pleure
Quelque chose qui rit
Dans le murmure des mots
Jetés aux quatre vents du bonheur
Au hasard d’un regard
Qui a su s’en saisir.
Merci