Georges Canguilhem, filósofo de la vida
Bachelard y Foucault forman los dos polos entre los cuales habría de circular el pensamiento de Georges Canguilhem que no cesará de reflexionar en la tensión dentro de este espacio que podemos precisar: a la vez el conocimiento y la vida, la racionalidad y el nietzscheismo, la positividad experimental y sus límites, o también lo vivido que funda la Institución y ésta que se distancia de él y que terminará incluso por olvidarlo. Dice Dagognet que Canguilhem se consagrará a una tarea de esta importancia mientras que los biólogos han desconocido poco a poco la organicidad debido a su reduccionismo mecanicista que tiende a suprimir uno de los términos del conflicto, y que, por su lado, los filósofos casi que se han aprovechado de ello para sólo referirse a la esencia de la vida. ¿Cómo volver a conectar lo que la historia de la biología y de la filosofía han separado? Anotación decisiva y programática: "Se puede admitir que la vida desconcierta a la lógica sin creer por ello que nos irá mejor con la vida renunciando a formar conceptos".