Los árboles embadurnados de noche
Y la luna cómplice
Juegan extraños misterios,
Se cuentan locas historias,
Silenciosas, amenazantes, detenidas por el invierno
En el momento en que el día cede ante la noche.
La luz de la luna no es más que una sombría mirada
Arrojada sobre seres mudos, errantes, deformes, pálidos,
Que oculta la naturaleza por alguna perfidia.

Traducido por María Cecilia Gómez Betancur

Poema original en francés:

Les arbres tout barbouillés de nuit
Et la lune complice
Jouent d’étranges mystères,
Racontent de folles histoires,
Silencieuses, menaçantes, arrêtées par l’hiver
Au moment où le jour cède devant le soir.
La lumière de la lune n’est qu’un sombre regard
Jeté sur des êtres muets, errants, difformes, hagards,
Que cache la nature pour quelque perfidie.

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